La noticia llega dese la provincia de Córdoba, más concretamente del barrio Patricios de la capital cordobesa, y da cuenta del pésimo momento que pasó un delincuente al que seguramente ya no le quedarán más ganas de seguir robando.
Los Hechos
La crónica policial relata que dos delincuentes ingresaron, saltando una reja, a un finca con intenciones de robar varillas de hierro, ya que parte de la vivienda estaba en refacciones.
Pero lo que parecía que terminaría con un hecho más de inseguridad, se transformó en la peor pesadilla para uno de los chorros, cuando el dueño de casa se percató de presencia de intrusos en su vivienda.
Porque los delincuentes no tenían el dato que en la finca se encontraba el dueño, quien al ver a los dos delincuentes les pegó el grito. Los gritos del dueño de casa fueron tan fuertes que los dos delincuentes al verse descubiertos, desistieron del robo y salieron corriendo.
Mal día para uno de los chorros
El primer delincuente saltó una reja que había en la casa y una vez en la vereda comenzó la huida, mientras los vecinos, que habían escuchado los gritos del dueño de la casa, intentaron detenerlo pero sin suerte.
El que tampoco tuvo suerte fue el segundo delincuente ya que al saltar la reja para escaparse, no tuvo el impulso suficiente y pasó lo que generalmente pasa cuando uno intenta saltar una reja y no lo consigue.
Y si, el delincuente saltó casi completamente, pero su brazo derecho no lo logró y quedó enganchado en la reja de la peor manera.
A los gritos del dueño de casa, se la sumaron ahora los del delincuente que tenía el brazo enganchado en la reja, y mientras pedía ayuda, decía que era la primera vez que robaba y que lo hacía por hambre, y demás yerbas.
Los bomberos lo rescataron
Inmediatamente se reunió una multitud alrededor del chorro que seguía con el brazo en la reja, y se hizo presente personal policial que procedió a llamar a los bomberos, quienes tras una ardua tarea de varios minutos, lograron cortar los fierros de la reja, y liberar al joven quien fue traslado a un hospital cercano con un trozo de reja todavía en su brazo.
El humor cordobés
A diferencia de otros casos donde los ladrones son sorprendidos y luego golpeados por gente indignada que hace justicia por cuenta propia, en este caso al chorrito no lo golpearon, sino que los vecinos a ver que la policía se llevaba al delincuente con un trozo de hierro aun en su brazo, le gritaban «devolvé la reja».
A disposición de la justicia
El chorrito de 28 años al que una reja le quitó las ganas de seguir robando, pasó la noche tras en la comisaría local y en estos momentos se encuentra a disposición de la justicia quien en las próximas horas decidirá su situación judicial.
Cabe mencionar que el joven tiene antecedentes por robo a mano armada, así que su situación es más que complicada.