En una decisión que promete cambiar el panorama de los conflictos laborales en el sector aerocomercial, el Ministerio de Capital Humano, dirigido por la ministra Sandra Pettovello, anunció este sábado una medida que sacudirá los cimientos de los gremios aeronáuticos. A través de un decreto reglamentario, el gobierno impondrá la esencialidad de la actividad aeronáutica civil, tanto pública como privada, en todo el territorio nacional.
El decreto busca evitar que situaciones como el paro de varias horas, que el viernes paralizó los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque, se repitan. El conflicto, protagonizado por los gremios APLA (Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas) y APA (Asociación del Personal Aeronáutico), dejó a miles de pasajeros varados, generando caos y desesperación en pleno fin de semana largo.
¡Crisis en el aire!
Las asambleas escalonadas y el paro del viernes fueron la gota que colmó el vaso. Según fuentes oficiales, la falta de avances en las negociaciones paritarias fue el detonante de la protesta, que afectó gravemente la conectividad y el transporte de pasajeros. En un contexto económico delicado, los gremios reclaman mejoras salariales, pero el gobierno ha dejado en claro que no tolerará más interrupciones en un sector considerado estratégico para el país.
“El transporte aéreo es vital para la conectividad, el comercio y la movilidad de los ciudadanos. No podemos permitir que conflictos gremiales interrumpan estas actividades de manera indefinida”, afirmaron desde la cartera de Pettovello, dejando en claro que esta nueva reglamentación será un punto de inflexión para las futuras protestas en el sector.
El golpe de autoridad
El decreto reglamentario que se impondrá en los próximos días busca regular los artículos 182, 183 y 184 del DNU que declara a la aeronáutica civil aerocomercial como un servicio esencial. ¿Qué significa esto? Que ante cualquier conflicto laboral, se deberá garantizar un nivel mínimo de servicios, impidiendo que los aeropuertos se conviertan en un caos total como ocurrió el viernes pasado.
«Se trata de medidas para evitar que se paralicen completamente las actividades, como sucedió ayer, donde no se garantizó el mínimo de vuelos en el marco de la esencialidad», indicaron fuentes del ministerio. Los servicios aéreos deberán seguir operando, al menos parcialmente, para evitar el colapso en la conectividad y el transporte.
¡A llorar al campito!
Para los gremios, sobre todo el comandado por Pablo Biró, la reglamentación de la esencialidad supone un golpe duro. Durante años, las asambleas y paros fueron herramientas de presión efectivas para conseguir mejoras laborales, pero con esta medida el gobierno les está poniendo un freno. La ministra Pettovello no se anduvo con vueltas y dejó claro que la reglamentación no es negociable: “Vamos a garantizar que los pasajeros y el comercio no sufran más interrupciones totales por paros”, sentenció.
El anuncio ha generado polémica y, seguramente, no será bien recibido por los gremios aeronáuticos, que ya anticipan una escalada en el conflicto. Sin embargo, para los miles de pasajeros que quedaron varados el viernes, la noticia representa una luz de esperanza en medio de la tormenta.
¿Será este el fin de los paros que afectan a los viajeros en cada temporada alta? ¿O los gremios encontrarán la forma de hacerle frente a esta nueva medida del gobierno? Lo que está claro es que el aire ya no será el mismo. ¡A llorar al campito, porque se acabó todo!
