Epidemias en Venezuela

La falta de medicamentos para tratamientos o vacunas de prevención para la mayoría de las enfermedades crónicas en Venezuela está causando la propagación de diferentes epidemias que en ese país se habían erradicado ya hace muchos años atrás, como lo es así el caso de la difería que se ha convertido en otra de las preocupaciones de los venezolanos.

Enfermedades como la tuberculosis, sarampión, difería, malaria son una de las epidemias más preocupantes que ataca a Venezuela, debido a la falta de medicamentos  y capacidad de respuesta del gobierno venezolano el país se hunde en una de las más preocupantes crisis en el ámbito de salud que se haya visto en Latinoamérica.

Desde medicamentos básicos para cualquier dolor de cabeza o el tratamiento para personas con problemas cardiacos o diabetes  para el venezolano es una odisea encontrarlos y debido al problema de las divisas y el mercado paralelo ciertas veces al conseguirlo es imposible de pagar.

Actualmente el nivel de atención básica en los hospitales es muy bajo  y las medidas de prevención para epidemias es prácticamente nula, ciertas veces las autoridades gubernamentales realizan jornadas de vacunación o prevención y despistaje de alguna enfermedad pero siempre es con algún fin político pidiendo como requisito el famoso carnet de la patria, violando así el derecho a la salud pública y gratuita según el artículo 84 de la Constitución Nacional Bolivariana de ese país.

Desde el año 2014 Venezuela no cuenta con cifras oficinales sobre información epidemiológicas  en el país y es el gobierno venezolano ha restringido el acceso a esto datos desde la propagación del chikunguya, el zika y el dengue quedando así a la deriva en información oficial, actualmente la situación es alarmante y en algunas regiones del país las enfermedades han cobrado vidas.

Enfermedades erradicadas vuelven a reaparecer en el país.

Observatorio venezolano de la salud (OVS) y un grupo de expertos han dado alerta sobre la malaria en el país e indican se ha extendido rápidamente en algunas regiones de la entidad, dicha preocupación fue expuesta en “carta abierta” a los asistentes al foro Malaria en las Américas 2017 que se realizo este sábado 04 de noviembre en Washington, el cual alertaron sobre la grave epidemia de dicha enfermedad en el país, afectando poblaciones vulnerables en Venezuela y países vecinos.  De acuerdo con cifras del OVS dicho país tiene los peores índices de desempeño de la malaria en la región desde el año 2000. La propagación de la malaria en regiones como Bolívar ha sobrepasado los límites, llevando al estado a realizar  planes de contingencia para combatir la epidemia el cual solo en la última semana mes de octubre se confirmaron 12mil nuevos casos y cobro la vida de 32 venezolanos, esta enfermedad no ha llegado a la región capitalina del país pero casos como la difteria acosan a los caraqueños donde ya se han confirmado 51 casos y ha cobrado la vida de 7 personas, cabe destacar que dicha enfermedad tenía 25 años erradicada de Venezuela y actualmente está presente en  17 entidades del país.

La difteria se contagia de persona a persona, y es producida por la bacteria Corynebacterium diphtheria. Dicha bacteria compromete el funcionamiento de las vías respiratorias. Es altamente infecciosa, una persona con la enfermedad puede contagiar hasta a siete personas más, la vacunación masiva puede contrarrestarla, los síntomas que presentan son los siguientes (fiebre, vías respiratorias obstruidas, dolor de garganta al tragar y los ganglios del cuello inflamados) las personas contagiadas deben permanecer hospitalizadas, recibiendo antibióticos o antitoxina, medicamento que bloquea el efecto de las bacterias y solo es utilizado en pacientes graves.

«La malaria, la difteria y la tuberculosis se pueden tener bajo control. Pero en Venezuela estamos introduciendo enfermedades vinculadas a la pobreza y a la poca capacidad que tienen los gobiernos de generar respuestas oportunas y efectivas para garantizar los derechos fundamentales de las personas», advirtió el ex ministro Oletta.

Victoria Monello