En un momento profundamente emotivo que conmovió a miles de televidentes, el modelo y conductor Hernán Drago no pudo contener las lágrimas y se quebró en vivo durante su participación en el programa de Verónica Lozano, emitido por Telefe. Conocido por su carisma, sus bromas y sus ocurrencias que tantas veces dibujaron sonrisas en la pantalla, esta vez Drago mostró una faceta completamente distinta: la de un hombre atravesado por el dolor.
El motivo de su angustia fue la reciente pérdida de su perro, su compañero de vida durante los últimos 15 años. La noticia, que hasta ese momento no había trascendido públicamente, fue compartida por él mismo al aire, en medio de una charla sobre la emotiva despedida al Papa Francisco. Al tratar de hablar sobre ese tema, su voz se quebró, y con los ojos llenos de lágrimas reveló lo que estaba viviendo en lo más íntimo de su corazón: “Estoy sensible porque hoy falleció mi perrito, mi compañero de 15 años. Es muy duro, muy triste. Como dijo el Papa, entender que los tiempos de Dios son perfectos”.
Sus palabras dejaron sin aliento a los presentes en el estudio y al público del otro lado de la pantalla. La tristeza de Hernán era palpable, profunda, sincera. Y es que perder a una mascota no es simplemente perder a un animal: es perder a un miembro de la familia, a un amigo incondicional, a un testigo silencioso de tantas etapas de la vida.
“Es muy injusto —continuó, visiblemente conmocionado—. Uno se consuela sabiendo que lo hizo feliz. Pero es triste y duro, hay que estar en la despedida… Te mira y te huele como diciendo ‘hacé algo’, y uno no puede hacer nada”. El dolor en sus palabras resonaba con fuerza en todos aquellos que alguna vez vivieron una pérdida similar.
Con la voz entrecortada, el modelo también se refirió al vínculo que su hija había desarrollado con la mascota, y cómo ese lazo multiplica el dolor al ver sufrir a los hijos. “Mi hija creció con él, y uno como padre siente mucha impotencia porque entiende que puede consolar hasta ahí, porque los hijos también tienen que entender que la vida es parte de esto. Es un aprendizaje duro”.
Las lágrimas de Hernán fueron las lágrimas de muchos. Porque solo quienes han tenido una mascota saben que no se trata de “solo un perro” o “solo un gato”. Se trata de ese ser que te espera en la puerta cada día, que conoce tus estados de ánimo mejor que nadie, que está cuando nadie más está. Que no juzga, que no exige, que ama sin condiciones. Que acompaña.
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En una fecha como hoy, 29 de abril, en la que se celebra el Día del Animal, las palabras de Drago resuenan aún más fuerte. Es un día para recordar a aquellos compañeros que ya no están entre nosotros, pero también para abrazar con más fuerza a los que aún nos acompañan. Para mirarlos a los ojos y agradecerles por su amor infinito, por su lealtad silenciosa, por estar siempre.
El dolor de Hernán Drago nos recuerda que el amor no tiene especie. Y que el vacío que deja una mascota no se llena con nada, pero se honra con recuerdos, con gratitud, y con ese amor que nunca se va del todo. Porque mientras vivan en nuestra memoria, seguirán caminando con nosotros. Aunque ya no puedan mover la cola al vernos llegar.
