La política argentina no deja de sacudir los cimientos mediáticos y esta vez el epicentro del temblor fue el controvertido discurso de Javier Milei en el acto del partido nacional de La Libertad Avanza, en Parque Lezama. Como era de esperarse, el flamante Presidente no se guardó nada, apuntando sin reparos a los medios de comunicación, a quienes acusó de tergiversar la realidad. Sin embargo, lo que más encendió los ánimos no fue tanto lo que Milei dijo, sino la inesperada y dura respuesta de Jonatan Viale, quien no dejó pasar ni un segundo para replicar las declaraciones del mandatario.
Durante su intervención, Milei expresó su agradecimiento a sus seguidores, a los que defendió con uñas y dientes, asegurando que no eran «trolls», como algunos medios habían insinuado. Pero lo más fuerte del discurso vino cuando el Presidente, con tono desafiante, arremetió contra la prensa: “¡Acá tienen los trolls! Periodistas corruptos, ensobrados. Estos son los trolls, son los que le muestran la realidad que ustedes nunca dejaron ver por tener el monopolio de los micrófonos”, gritaba furioso desde el escenario, mirando directamente a las cámaras de los canales de noticias que cubrían el evento.
La reacción no se hizo esperar. Durante su programa en TN, “¿La ves?”, Jonatan Viale tomó el guante y, lejos de mantenerse en silencio, hizo un análisis minucioso y cargado de críticas. Primero, el periodista mostró un fragmento del incendiario discurso de Milei y luego, con el temple que lo caracteriza, desgranó una a una las palabras del Presidente.
“Violento, autoritario, déspota, tirano, no tolera las críticas, ‘kirchnerismo 2.0’, escuché. Soberbio, arrogante, ‘me hace acordar a Cristina’, alguien decía hoy”, enumeró Viale, visiblemente sorprendido. “¿Cristina hacía lo mismo con los periodistas?”, se preguntó, dejando la incógnita en el aire. Y antes de que los espectadores pudieran adivinar su respuesta, sentenció con contundencia: “Efectivamente, y a mí eso no me gusta. Me rememora oscuros tiempos”.
El periodista no dudó en trazar paralelismos entre el discurso de Milei y las recordadas embestidas de Cristina Fernández de Kirchner contra la prensa. “Cristina decía que la gente se pone histérica —mira qué palabra usó— por culpa de los medios, o sea, nosotros. ¿Qué hace Milei? Arenga para que sus militantes insulten a los ‘periodistas ensobrados y operadores’”, dijo con ironía.
Pero lo que realmente captó la atención fue la reflexión que siguió. Viale se adentró en el impacto social de estas declaraciones, advirtiendo que el presidente está convencido de que la sociedad argentina ya no confía en los periodistas y los ve como parte de la casta que, según él, ha destruido el país. “Está convencido de eso y, tal vez, en parte tenga razón, pero no se puede generalizar”, reflexionó el periodista.
Para sustentar su crítica, Viale mencionó una encuesta reciente de la Universidad de San Andrés que, según él, revela que el 70% de la sociedad desaprueba la reacción del gobierno ante las críticas de los periodistas. “No le gusta esto de Milei de ‘ensobrados’”, subrayó, haciendo hincapié en que, si bien hay desconfianza hacia algunos sectores del periodismo, la gente no aprueba la constante agresión y descalificación.
“No sé si a la gente le gusta la pelea permanente, el grito, el insulto”, continuó, cuestionando el estilo combativo de Milei. El periodista también advirtió que este tipo de discursos no hace más que profundizar las divisiones en una sociedad ya polarizada, lo que podría traer consecuencias más graves de las que el Presidente parece prever.
Lo cierto es que el intercambio entre Milei y Viale ha desatado una tormenta en los medios de comunicación. Mientras algunos respaldan la valentía del periodista por no dejarse amedrentar, otros señalan que este tipo de reacciones sólo alimentan el fuego de la polarización. Lo único seguro es que la relación entre el gobierno de La Libertad Avanza y la prensa está más tensa que nunca, y que esta novela de desencuentros y acusaciones recién comienza. ¿Hasta dónde llegará esta pelea? El tiempo lo dirá, pero lo que quedó claro es que Jonatan Viale no piensa quedarse callado.
