La intolerancia e irracionalidad K con una periodista del diario La Nación

Una vez más tenemos que vernos en la obligación de escribir una nota periodística para brindar nuestro apoyo y solidaridad a una colega que sufrió los embates de los intolerantes de siempre.

Sucedió que mientras periodistas de diferentes medios estaban cubriendo el allanamiento en  una de las propiedades de la ex Presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la zona de El Calafate, se produjeron serios incidentes con personas que se encontraban en lugar apoyando a la ex mandataria.

Todo comenzó cuando un joven de lentes y una mujer comenzaron a insultar y escupir al notero de canal de noticias «TN», y como la cosa ya estaba pasando a mayor y se tornaba insoportable para el trabajador de prensa, fue entonces que intervino la periodista del diario «La Nación», Carla Ricciotti para que todo cesara.

Entonces la periodista de «La Nación» entabló un diálogo con los jóvenes agresores, y estos intentaban explicar que «la prensa mentía», y por eso tenían esa actitud tan hostil para con el movilero de «TN».

En ese momento el joven se da cuenta que el camarógrafo de «La Nación» lo estaba filmando y de muy mal modo le da un manotazo a la cámara y emprende la retirada.

Pero el joven es seguido por la periodista de «La Nación» quien lo increpa preguntándole quién es él para comportarse de esa manera.

El joven le responde que lo llaman «la oscuridad» y en ese momento le quita el micrófono que tenía en su mano la periodista de «La Nación» y se lo arroja al río, con lo que el audio del video se cortó en forma automática.

Creemos que reacciones como las del joven Kirchnerista para con la prensa no son correctas y muestran una vez más la intolerancia de algunos, que son los mismo que luego dicen que en el país no hay libertad de prensa y terminan quitándole un micrófono a una periodista y arrojándoselo al río.

Es curioso que los Kirchneristas pidan a gritos por la libertad de expresión y al mismo tiempo no dejan trabajar a la prensa de algunos canales de TV por considerarla que le mienten a la gente, como si los ciudadanos fueran tontos, y los K tuvieran el derecho de decidir quién miente y quien dice la verdad, y en base a ello actuar como actuó el joven en El Calafate.

Desde este lugar le enviamos todo nuestro apoyo y solidaridad a nuestra colega de «La Nación» y a todos aquellos trabajadores de prensa que en muchas ocasiones ven cercenado su derecho a informar y opinar por culpa de la intolerancia e irracionalidad de unos pocos.