Nuestra solidaridad con Edith Hermida en este terrible momento

La panelista de Bendita reveló el acoso dramático que sufre desde hace un año por parte de un seguidor. El hombre la persigue, le envía mensajes y llegó a intentar besarla, forzando a la conductora a tomar medidas legales urgentes.

Edith Hermida, reconocida panelista de televisión, hizo público el dramático calvario que atraviesa desde hace un año, víctima de un acosador que ha escalado progresivamente su conducta de hostigamiento.

Lo que comenzó con mensajes insistentes en redes sociales, escaló hasta convertirse en una presencia física constante e inquietante en las inmediaciones de su hogar.

La situación fue revelada en un contexto televisivo. Hermida contó que la persona, un seguidor de sus redes, transformó la interacción virtual en persecución.

«Hace un año que viene a mi casa y se queda ahí cerca. A veces lo veo, a veces lo ve el portero, cerca de mi hay negocios donde ya lo conocen», confesó la conductora, con una mezcla de resignación y nerviosismo.

El nivel de obsesión del acosador es profundo. Según el periodista Gonzalo Sorbo, el hombre no solo le envía mensajes mientras está en la calle, sino que en su perfil de Instagram edita fotografías fusionando su rostro con el de Hermida, bajo la perturbadora creencia de que son pareja.

La conductora reconoció que la situación la «asustó» en un inicio, pero que, con el tiempo, peligrosamente se «acostumbró» a la presencia del hombre que deambula por su esquina o se sienta en un banco de enfrente.

No obstante, el acoso tuvo momentos de clara escalada física, como el día que, tras una función de teatro, el hombre se acercó e intentó darle un beso.

«Rápido me fui», recordó Hermida. Esta normalización del peligro fue lo que más alarmó a sus compañeras de panel, Marcela Tauro y Karina Iavícoli, quienes la alertaron sobre la gravedad de minimizar estos hechos, instándola a priorizar su seguridad y la de su familia.

«Creo que no le estoy dando la importancia que tiene porque como que me acostumbré a que esté deambulando por acá», admitió la víctima.

A pesar de la gravedad de los hechos, que la han llevado a sentir miedo, Hermida no había radicado una denuncia formal, confesando que sentía «entre vergüenza y miedo». Sin embargo, la insistencia de sus compañeras en priorizar su seguridad y la de sus hijas la hizo reflexionar.

Finalmente, Hermida cerró su dramático testimonio asegurando que tomará acción legal de inmediato: «Voy a hacer la denuncia, pensando en mis hijas», afirmó, asumiendo la preocupación real de una situación que ha puesto en jaque su tranquilidad personal y familiar.