El futuro presidente de Argentina, Alberto Fernández de Kirchner, protagonizó ésta semana un gracioso episodio en el ciclo «Cultura Política y Capitalismo Tardío» que organizó la Universidad Tres de Febrero. En dichas charlas se suelen observar figuras políticas del sector «progre» latinoamericano quejándose de Estados Unidos, y en éste caso estaba invitado Alberto junto al ex-presidente de Uruguay Pepe Mujica.
Sin embargo las aburridas charlas bolcheviques ésta ves tomaron un tono más entretenido, ya que Alberto decidió compartir sus curiosas teorías sobre los dibujos animados. «Cuándo yo me recibí de abogado escribí un artículo que nunca publiqué, y que ahora tengo ganas de volver a revisarlo y publicarlo, que hablaba de los dibujos animados como sistemas de control social».
«Ustedes saben que una sociedad tienen mecanismos de controles sociales […]. El Coyote necesitaba correr al Correcaminos, y el Correcaminos era un vivo y el Coyote le hacía explotar todas las trampas a él. Y después el Coyote quedaba maltrecho y el Correcaminos disfrutaba de su viveza. ¿Cuál era el modelo a seguir, el del coyote que buscaba comida o el del correcaminos que era un vivo que siempre lo pasaba por arriba al coyote?», sostuvo Alberto descifrando los supuestos mensajes subliminales que Estados Unidos intenta colocar en las mentes de los niños.
Mirá un resumen de los momentos más desopilantes de la charla:
Sin embargo los dibujos norteamericanos no fueron los únicos que analizó Alberto. «El animé japonés inyectó la lógica de la violencia y de las disputas en los dibujos animados, y la vida de las pandillas -no tengo ninguna duda- tiene mucho que ver con la cultura subyacente que había en esos dibujos». Según la teoría albertista Japón debería estar lleno de pandilleros, sin embargo es uno de los países más seguros del mundo.
La peor parte sin duda se la llevó el famoso conejo de la Warner Brothers: «Esos dibujos animados, Bugs Bunny, el Pato Lúcas, Helmer, el Gallo Claudio… todos esos son una disputa entre un tonto y un vivo, dónde siempre gana el vivo. ¿Han visto un estafador más grande que Bugs Bunny? Y fue el modelo de muchos chicos, de muchas generaciones, y en realidad fue un modelo de gran promoción del individualismo.»
Desde aquí esperamos que las reflexiones de Alberto Fernández no vayan más allá de una distendida charla progre de café, y de ningún modo se reflejen en una futura censura a las series animadas extranjeras durante su gobierno. ¿Y vos, también pensás que Bugs Bunny ha inculcado el individualismo y malos valores en nuestra juventud? No olvides dejarnos tu opinión más abajo.