Ocho de los once tripulantes del avión de la Marina de Estados Unidos que se precipitó hoy en el océano ubicado al sudoeste de Japón mientras se dirigía a un portaaviones destacado en el Mar de Filipinas, han sido rescatados con vida, informó el Gobierno nipón.
El avión sufrió ligeras fallas en el motor y se accidentó en su camino hacia el portaaviones USS Ronald Reagan, se encontraban realizando unas maniobras con las Fuerzas de Autodefensa niponas, indicó el ministro.
Las operaciones de salvamento las realizó el Ejército de EEUU en conjunto con las Fuerzas de Autodefensa de Japón «que ha enviado barcos y otros activos», anunció el ministro nipón de Defensa, Itsunori Onodera, donde aseguró que espera que localicen a los tres desaparecidos «tan pronto como sea posible», indica en declaraciones emitidas por la cadena pública NHK.
El ejército de EEUU reportó a las autoridades japonesas un inconveniente en el motor, indican que este podría haber sido el causante del accidente, que se produjo a unos 150 kilómetros al noroeste de las islas Okinotori, en el sudoeste del archipiélago japonés, indicó Onodera.
El siniestro se generó en aguas del Mar de Filipinas al sudoeste de Japón a las 14.45 hora local (6.45 GMT), explicó la Séptima Flota de Estados Unidos.
El grupo de combate del portaaviones USS Ronald Reagan de la Marina de EE.UU., se ha desplegado cerca de Filipinas y hacia donde se dirigía la aeronave siniestrada, donde han lanzado una operación para rescatar a los posibles supervivientes.
La alta actividad y despliegue militar de EEUU en la región ha dado lugar a accidentes, como fue el caso de la colisión del USS John S McCain con un petrolero frente a Singapur en agosto, que dejó diez muertos y cinco heridos, o el choque del USS Lake Champlain en mayo con un pesquero surcoreano.
Victoria Monello