Las tías y abuelas suelen decir «Quién mal anda, mal acaba». Gran frase que en tan solo 5 palabras definía la situación actual de alguien que terminó mal.
Es que para terminar mal, primero hay que andar mal, o en malos pasos y como consecuencia de eso, más tarde o más temprano se acabará todo lo bueno que alguna vez existió.
Aquello que alguna vez fue o pareció ser bueno, puede terminar mal si es que en verdad no era tan bueno como parecía o se hicieron las cosas en forma pésima.
De esto puede dar fe el controvertido y polémico productor y conductor de TV, Marcelo Hugo Tinelli quién terminó mal.
Es que el productor hace tiempo que venía en falsa escuadra al emitir cheques sin fondo de manera recurrente.
A esto hay que sumarle a Tinelli dejó a mucha gente pagando que todavía está esperando cobrar por participaciones en algunos de los envíos de las productoras de El Cabezón.
Pero finalmente Marcelo Hugo Tinelli pisó el palito al seguir emitiendo cheques sin fondo a dos manos, ya que esta vez la cosa le termino saliendo mal.
En primer lugar acaban de poner a Tinelli en el registro de deudores del Banco Central al haber detectado esa entidad que el productor emitió 200 cheques sin fondos.
Este primer dolor de cabeza, le trajo aparejados más problemas a Tinelli ya que está en peligro el Bailando 2023 porque nadie le quiere alquilar un estudio de TV sin que el conductor page el 100% por adelantado.
Es que las empresas dueñas de estudios de TV saben cómo se maneja Marcelo Hugo Tinelli y no quieres arriesgarse en alquilarle a un tipo que perjudicó miles de personas a las que no les pagó y a otras tanto a las que les dio cheques sin fondo.
Así están las cosas para Tinelli, un productor que a punto de debutar con su programa no tiene quien confíe en él y no sabe al día de hoy si va a poder volver a la TV.
Tinelli está acabado pero parece que todavía convence a algunas personas que tiene algo bueno para dar.
Lo cierto es que cuando la gente te quita la confianza, lo primero que hay que hacer es hacerse cargo de las macanas que uno cometió y solucionar todo. No deberle ni un peso a nadie y empezar de nuevo a hacerse de un reputación.
Pero Tinelli, a pesar de estar acabado, sigue sonriendo y dando notas contando lo lindo que será el Bailando 2023 sin hacerse cargo de su fechorías.
Tal vez porque la justicia en nuestro país es lenta es que Macelo Tinelli puede seguir libre y sonriendo, pero habría que ver si puede caminar dos cuadras sin que la condena social caiga sobre su persona.