Se atrincheró Moritán

Roberto García Moritán, el empresario que alguna vez deslumbró al país al convertirse en el marido de Pampita, hoy enfrenta una situación crítica y sin salida. Lo que parecía ser una vida de ensueño se ha convertido en una verdadera pesadilla para el político, que ahora está en el ojo de la tormenta.

Las versiones sobre su inminente salida comenzaron a sonar cada vez más fuertes. Se decía que Jorge Macri, uno de los pesos pesados de la Ciudad de Buenos Aires, ya había hablado con Moritán para que dejara su puesto en el Ministerio de Desarrollo Económico. Sin embargo, lejos de aceptar su destino, Moritán se atrincheró. Sí, como suena. El ex de Pampita decidió que nadie lo movería de su silla, y a pesar de las presiones políticas, sigue aferrado con uñas y dientes a su puesto.

Los pasillos del ministerio se han convertido en un hervidero de rumores. «Van a tener que sacarlo con la policía», comentan empleados y funcionarios que no salen de su asombro ante la negativa del empresario a dejar el cargo. Porque Moritán, consciente de que su gestión ha sido desastrosa y que las denuncias por corrupción y lavado de dinero se amontonan en su contra, prefiere resistir antes que rendirse.

La historia comenzó a complicarse cuando surgieron las primeras denuncias de empresarios que lo acusaban de solicitar «retornos», o lo que es lo mismo, sobornos disfrazados de favores. Su relación con Yamil Santoro, su ex mano derecha, también se deterioró, sumando más leña al fuego. A esto se sumaron las acusaciones de una pésima gestión en el Ministerio de Desarrollo Económico, donde las internas y el caos reinaban a la orden del día. Pero lo más impactante llegó cuando empezaron a circular las primeras investigaciones por presunto lavado de dinero.

Frente a semejante escandalete, lo lógico habría sido que Moritán diera un paso al costado. Algunos sugirieron que tomara una licencia para alejarse del ojo público y calmar las aguas. Pero nada de eso ocurrió. Moritán decidió plantarse, se atrincheró en su cargo y dejó en claro que no piensa moverse. Las conversaciones con Jorge Macri, que intentó ofrecerle una salida decorosa, fracasaron. Moritán sabe que, si se va unos días, su sillón será ocupado por otro, y eso es algo que no está dispuesto a permitir.

Lo irónico es que Moritán, quien alguna vez fue elogiado por su vida de cuento de hadas junto a Pampita, ahora está atrapado en un escandalete que parece no tener fin. Primero, se descubrió que le había mentido a la modelo sobre su fortuna. Luego, las infidelidades terminaron de destruir su imagen pública. Pero lo más grave es su actual situación política. El ministerio que dirige ha sido señalado por irregularidades, mala gestión y conflictos internos, y él, lejos de asumir responsabilidades, se atrincheró en su cargo.

moritan en el ministerio

Su negativa a salir del ministerio ha generado una tensión insostenible dentro del gobierno porteño. Cada día que pasa, la presión sobre Moritán aumenta, y su atrincheramiento no hace más que complicar la situación. Fuentes cercanas aseguran que su salida es cuestión de tiempo, pero que la resistencia del empresario-político ha llevado las cosas a un punto límite. Ahora, las posibilidades de una salida pacífica son casi nulas, y todo indica que Moritán seguirá en su cargo hasta que lo saquen por la fuerza.

¿Cuánto tiempo más podrá sostenerse? Eso es lo que todos se preguntan. Mientras tanto, él sigue aferrado a su puesto, rodeado de denuncias, escandaletes y una reputación en picada. Sin duda, Moritán ha pasado de ser una de las figuras más admiradas a ser un ejemplo de lo que ocurre cuando alguien se niega a aceptar la realidad.