En la vida, todo tiene un final. Lo bueno y lo malo, la alegría y la tristeza, absolutamente todo llega a su fin en algún momento y nada es eterno.
De esto puede dar fe Wanda Nara que finalmente se separó en forma definitiva de Mauro Icardi después de múltiples idas y vueltas en su relación.
La decisión parece ser definitiva: mientras Mauro regresó a Turquía para cumplir con sus compromisos como futbolista del Galatasaray, Wanda se quedó en Buenos Aires.
Después de una década juntos, Wanda Nara y Mauro Icardi han puesto fin a su relación sentimental. Wanda ahora reside en Buenos Aires junto a sus hijas, mientras que sus hijos varones viajaron a Inglaterra para reunirse con su padre. Wanda tiene por delante importantes compromisos, incluidas las grabaciones del programa «Bake Off», programadas para finales de agosto.
La periodista Laura Ubfal obtuvo confirmación directamente de la abogada de Wanda, la Dra. Ana Rosenfeld, quien afirmó que Wanda había estado considerando esta decisión desde hacía tiempo. «Wanda estaba decidida a tomar este paso», fueron las breves palabras de la abogada.
Con esta separación, Wanda pone fin a una relación que desde su inicio estuvo marcada por la controversia y que finalmente se convirtió en una tormenta.
Según fuentes cercanas, Wanda finalmente se cansó de las constantes infidelidades de Mauro. En las últimas horas, ya con la decisión tomada y sin vuelta atrás, se la vio a Wanda en un boliche de Palermo en compañía de L-Gante.
La vida de Wanda continúa en Buenos Aires, donde recientemente se mudó a otro departamento en Chateau Libertador. Mientras se ajusta a su nueva realidad, sus hijos se encuentran adaptándose a sus actividades, con su hijo mayor, Valentino, involucrado en las inferiores de River, y los demás niños integrándose sin problemas en colegios internacionales.
El futuro de Wanda Nara ahora está en sus propias manos, lejos de los reflectores de una relación que captó la atención del público durante años.
