Desde hace un tiempo a ésta parte aumentó en forma considerable el caso de jóvenes estudiantes secundarios que toman el colegio a donde asisten en reclamo de diversas cuestiones.
Un día puede ser por el tema del aborto, otro por el despido de algún profesor, sino por algún proyecto de ley educativa, etc.
Lo cierto es que algunos estudiantes secundarios siempre tienen un motivo para protestar y tomar el colegio a donde asisten.
Es por eso que el Gobierno Porteño había armado un protocolo contra las tomas de colegio en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, pero no pudo ser aplicado ya que la jueza Elena Liberatori decidió bloquearlo.
Entonces todo el mundo se tuvo que quedar de brazos cruzados viendo como jóvenes que no superaban los 17 años se hacían amos y señores de sus colegios y se instalaban en los edificios por tiempo indeterminado y en muchos casos los destrozaban.
Pero todo esto se acabó ya que la Sala 2 de la Cámara resolvió dar lugar al recurso de amparo que había presentado «La Ciudad». Por lo que el protocolo contra la toma de colegios va a poder implementarse desde ahora.
El protocolo transfiere la responsabilidad de las tomas a las familias de los alumnos. En caso de que los alumnos ocupen una la escuela, los directores deben citar a los padres para que retiren a sus hijos de las instituciones.
Si los padres optan por retirar a sus hijos de los colegios tomados, ahí se acaba el tema, pero si por el contrario autorizan a sus hijos a que permanezcan en las tomas, entonces se tendrán que hacer cargo de las multas económicas que se generen.
La decisión constará en un acta y cuando se presente un caso de vandalismo, la información llegará a la Procuración General -previo paso por el ministerio- que dispondrá multas económicas de acuerdo a los daños que se produjeron.
Corta la bocha, como diría el actor Ivo Cutzarida. De acá en más la responsabilidad de los jóvenes (que son menores de edad) que tomen una escuela quedará en manos de sus padres, quienes una vez avisados del hecho de que sus hijos están tomando un colegio deberán optar por ir a retirarlos o pagar las multas que se generen y hacerse cargo económicamente de los daños producidos.
De a poco nos vamos entendiendo. No le parece?