Si pensabas que conocías a Wanda Nara, prepárate para una revelación que hará tambalear tu percepción sobre la ostentación y el lujo. La modelo, empresaria, y ex de Mauro Icardi no solo deslumbra en las redes sociales con sus lujosos autos, carteras exclusivas y joyas de ensueño, sino que ahora se destapó un dato que dejó a todos boquiabiertos: ¡Wanda gana el equivalente a 154 jubilaciones mínimas al mes, solo por alquilar propiedades!
La bomba informativa explotó gracias a la indiscreción de Lara Piro, abogada del equipo legal de Icardi, quien detalló con precisión quirúrgica los ingresos inmobiliarios de la diva. Según las declaraciones de Piro, Wanda posee propiedades de ensueño distribuidas entre Italia y Argentina, las cuales le generan una fortuna mensual que deja atrás a cualquier empresario promedio.
LOS NÚMEROS QUE ASOMBRAN
“Wanda cobra tres alquileres en Italia: una casa en el Lago di Como por 18.000 euros mensuales, otra propiedad por 8.000 euros y una más por 7.000 euros”, afirmó Piro. Pero eso no es todo. La empresaria también tiene dos exclusivísimos departamentos en el prestigioso edificio Chateau, en Buenos Aires, que le aportan 7.500 dólares cada uno por mes.
Cuando sacamos la calculadora, los números son tan abrumadores como indignantes. Entre todas estas propiedades, Wanda suma un ingreso mensual de 48.000 euros, lo que en pesos argentinos equivale a unos estratosféricos $50.960.000 ARS. Por si aún no dimensionas la magnitud de esta cifra, esto equivale a ¡154 jubilaciones mínimas de $322.798,00 cada una!
LUJO DESMEDIDO VS. LA REALIDAD
En un país donde muchos jubilados luchan por llegar a fin de mes, la comparación resulta escalofriante. Mientras Wanda puede darse el lujo de invertir en más propiedades o gastar en las carteras más exclusivas del mundo, cientos de miles de jubilados en Argentina sobreviven con lo justo, ajustando sus presupuestos para medicamentos y alimentos básicos.
Pero claro, el estilo de vida de Wanda nunca fue discreto. Basta con echar un vistazo a sus redes sociales para entender que el derroche y el glamour son su día a día. Desde viajes en aviones privados hasta cenas en los restaurantes más exclusivos, la empresaria no tiene reparos en mostrar que vive como la realeza.
¿ESTÁ BIEN ACUMULAR TANTO?
La revelación sobre los ingresos inmobiliarios de Wanda abre un debate: ¿es ético acumular semejantes fortunas en un contexto de crisis económica global? ¿Es justificable que una sola persona pueda disfrutar de tanto lujo mientras otros apenas sobreviven?
Por supuesto, muchos argumentarán que Wanda ha trabajado duro para llegar donde está. Como modelo, conductora y empresaria, ha sabido capitalizar su imagen y construir un imperio que ahora le permite vivir con total comodidad. Sin embargo, no deja de ser polémico que mientras una gran parte de la población enfrenta dificultades económicas, figuras públicas como Wanda parezcan vivir en un mundo paralelo.
EL ACUERDO QUE SELLÓ SU FORTUNA
Estos ingresos millonarios no surgieron de la nada. Según fuentes cercanas, tras su separación de Mauro Icardi, Wanda llegó a un acuerdo económico que le otorgó la propiedad total de los inmuebles que ahora alquila. Así, además de lo que ya ganaba por su carrera como empresaria y mediática, sumó una nueva fuente de ingresos que multiplica sus ganancias exponencialmente.
¿QUÉ DICEN LAS REDES?
La noticia, como era de esperarse, desató una ola de comentarios en las redes sociales. Mientras algunos admiradores defienden a Wanda, argumentando que “cada quien se gana lo suyo como puede”, otros usuarios no tardaron en criticar la desigualdad obscena que representa su estilo de vida.
«¿Cómo puede ganar tanto mientras hay gente que no puede ni comprar pan?», comentaba indignada una usuaria en Twitter. Otros, en cambio, lanzaban bromas irónicas: «Wanda debería adoptar un jubilado por mes, total, ni lo sentiría».
LA REALIDAD DETRÁS DEL LUJO
Más allá de la polémica, lo cierto es que Wanda Nara sabe cómo manejar sus finanzas y sacar el máximo provecho de su patrimonio. Lo que para algunos es motivo de indignación, para otros es un ejemplo de éxito.
Sin embargo, la pregunta persiste: ¿es justo que una sola persona reciba ingresos que podrían mantener dignamente a más de un centenar de jubilados? Quizás nunca haya una respuesta clara, pero lo que sí queda claro es que, en el reino de Wanda, el lujo siempre tiene la última palabra.